POR SARAH BLASKEY
Eric Johnson, veterano bombero de Hialeah y presidente del Sindicato de Bomberos de la ciudad, presentó este lunes una demanda contra la ciudad y su alcalde, Carlos Hernández, alegando que ha debido enfrentar represalias solo por denunciar actos de mala conducta y actividades ilícitas en el gobierno municipal.
Según la demanda, la “mala conducta oficial” en la segunda ciudad más poblada del Condado Miami-Dade incluye fraude en las elecciones, fraude en las boletas de ausente, contribuciones ilegales de campaña, violaciones de acuerdos sindicales, violaciones de la carta constitutiva de la ciudad —la Ley Sunshine de la Florida— y de las leyes federales, estatales y locales de anticorrupción.
Johnson argumenta haber presentado quejas oficiales ante el Buró de Investigaciones Federales (FBI), la Fiscalía Estatal de Miami-Dade, la policía de Hialeah, la Comisión de Ética de Miami-Dade y el Departamento de Policía de la Florida (FDLE), además de haber cooperado con varias investigaciones policiales.
De acuerdo con la demanda, las acciones de Johnson provocaron que fuera suspendido varias veces, sin derecho a salario, traslados punitivos, asignaciones de trabajo adversas y “privación de su derecho a desempeñarse como presidente del sindicato”. La demanda busca una compensación por daños que excede la suma de $1 millón, y donde se incluirían pagos retroactivos, compensación por pérdidas de ingresos futuros y gastos de abogados.
En la demanda de Johnson solo se nombra a una persona —Hernández— quien trabajó en la comisión de la ciudad desde el 2005 luego de una carrera sirviéndole a la ciudad como agente de policía. En la demanda, Johnson calificó la conducta de Hernández hacia él como “sumamente indignante en términos de carácter, y tan extrema que va más allá de todos los posibles límites de decencia, lo que debe ser considerado como atroz y absolutamente intolerable en una comunidad civilizada”.
La demanda no entra en detalles sobre el presunto rol de Hernández en la represalia contra Johnson. En el pasado, Hernández ha sido investigado por alegaciones de que él y sus principales asesores políticos acosaban a los negocios locales, aunque a la larga no se presentaron acusaciones en el caso.
En el 2018, Johnson criticó públicamente la decisión de la comisión de aprobar la compra de un Jaguar del 2017 para Hernández al mismo tiempo que la ciudad planeaba aumentar los impuestos a la propiedad.
En dicha ocasión, Hernández se defendió diciendo que el vehículo sustituiría su viejo Ford del 2010. “Tenía un carro desde el 2012, con 80,000 millas en el motor”, le dijo Hernández al Miami Herald.
Argumentó que las críticas de Johnson tenían un trasfondo político. El abogado de la ciudad no respondió la solicitud del Miami Herald para comentar sobre el particular, y tampoco Hernández respondió.
fuente: https://www.elnuevoherald.com/noticias/sur-de-la-florida/article230427629.html
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